Muy bien ubicado, en el centro histórico de Monopoli.
Cama cómoda, aire acondicionado y neverita en la habitación. La cafetera está en la terraza, zona común con las otras habitaciones, aunque no funciona el microondas, ni hay leche, cubiertos, etc. Al ser un edificio histórico en una calle estrecha, prácticamente no entra la luz natural ni tampoco hay mucha luz artificial.
El mayor problema es que a las 7 de la mañana solía venir gente, entiendo que del alojamiento y al ser una casa y puertas de madera, se oye todo y nos despertaba cada mañana, no es lo ideal si estás de vacaciones.