Hotel muy confortable, habitación grande y cama cómoda, quizá para mejorar hoy en día las cortinas de baño ya no las ponen en ningún sitio.
Cafetera Nespresso y aguas de cortesía que reponen a diario. Ubicación excelente, delante del Danubio, vistas desde los salones y comedor increíbles. Transporte excelente en la zona, tanto metro como 🚃 tranvía, aunque puedes ir a pie a muchos sitios .