La estancia fue agradable, con un magnífico desayuno muy completo para empezar el día. La cama muy cómoda y, a pesar de que no había aire acondicionado, el clima en el cuarto fue agradable. Me tocó una habitación muy grande, aunque el baño era muy pequeñito, sobre todo la regadera. El único inconveniente fue que mi habitación no tenía cortina, a pesar de que en recepción nos dijeron que la iban a colocar al día siguiente. Además, había una construcción en el exterior del edificio y los trabajadores pasaban afuera de la ventana y se oían los pasos desde las 7 de la mañana.
El rumbo de la calle en donde está el hotel se pone feo por la noche.