Una joya en el corazón de Praga
Nuestra estancia en el Hotel Paris ha sido excelente. La ubicación es inmejorable, a un paso de la plaza de la Ciudad Vieja, pero lo suficientemente tranquila como para descansar sin ruidos. El edificio es precioso, con ese aire histórico que te hace sentir en otra época, pero con todas las comodidades modernas.
El personal fue muy atento en todo momento, especialmente al ayudarnos con el servicio de traslado desde el aeropuerto y al facilitarnos una cuna para nuestro bebé. La habitación, amplia y elegante, con techos altos y una cama comodísima. Todo estaba impecablemente limpio y bien cuidado.
El desayuno buffet es variado, con opciones para todos los gustos, y el restaurante del hotel merece la pena para una cena tranquila y bien servida.
Volveríamos sin dudarlo. Ideal tanto para una escapada romántica como para viajar en familia.