Ubicación maravillosa, con fácil acceso a pie a todos los puntos importantes de la ciudad. El espacio es bonito, pero el servicio deja bastante que desear.
El desayuno es flojo, tanto en sabor como en atención. El café no tiene gracia y la sensación general es que te están haciendo un favor. El primer día, el trato en el desayuno fue directamente malo, e incluso con cierta mejora en dias posteriores, seguía siendo poco profesional. La reposición del buffet también era deficiente.
La habitación es simpática, pero sin nada especial. No hay una mesa para trabajar ni una superficie cómoda para colocar un portátil.
Para ser un hotel de 4 estrellas, se parece demasiado a hoteles de cadenas básicas que nem siquiera tienen estrela — con a diferença de que aqui o preço é bem mais alto.
No lo recomiendo.