Llegamos y... sorpresa! Parecía zona de guerra, daba miedo entrar, las escaleras en obras y mal hechas, todo sucio y a medio construir. Nos quedamos en shock. El chico que nos recibío fue amable y nos explicó todo. Segunda sorpresa: El colchón era una vergüenza, viejo y vencido en el centro, no había manera de dormir ahí dos personas porque te ibas al centro. Un ruido terrible, escuchas todo lo de la calle, los que entran, los salen, van al baño...Dormimos como mucho 2hr. Los baños sucios...Vamos, nunca más. Cómo punto positivo, la habitación estaba limpia.