El lugar es muy bonito y el concepto nos agradó mucho, sin embargo, la experiencia no fue completamente positiva por varias razones.
Nos hospedamos un fin de semana, pero no sabíamos que habría un evento en el hotel, lo que ocasionó que el restaurante estuviera cerrado durante nuestra estancia. Esto nos dejó sin opciones para comer o cenar dentro del hotel. Aunque hay un restaurante frente al hotel, cierra muy temprano, lo que nos obligó a salir a buscar otro lugar donde comer. Lamentablemente, el personal del hotel no nos ofreció ninguna solución ni nos brindó alternativas.
Por otro lado, el desayuno incluido consistía únicamente en una tabla de quesos y café, lo que puede resultar limitado si se busca una opción más variada o sustanciosa.
Además, al abrir la puerta del balcón, se nos metió una araña, lo que nos hizo sentir un poco incómodos. Es algo que deberían tomar en cuenta para mejorar la limpieza y seguridad de las habitaciones.
En resumen, aunque el hotel tiene un gran potencial, algunos aspectos del servicio y la oferta podrían mejorar.
