Habitación doble estandar, vistas al pueblo. Dos camas grandes juntas. Balcón amplio con sillones cómodos y una barra de acero para tender lo justo y necesario. El aire acondicionado se desconecta solo si se abre el balcón, pensando ecológicamente.
Fuimos para una noche y nos quedamos dos más, esta vez en una habitación con salón, tv mesita y sofá cama, y la cama en zona apartada. Muy bien pensado si alguien quiere ver TV, y otro prefiere dormir. Las camas igual de enormes que la anterior, vistas lateral y al fondo el mar.
Nos entraba desayuno tipo buffet muy variado con churros y chocolate incluido. Entraba el acceso al spa, zona piscinas. En definitiva relación calidad precio todo ok.
Una sola pega si no has reservado comida y cena con la habitación, cada bufet cuesta 29€, cierto que es muy variado y mucha cantidad pero para quien se apaña con una ensalada, o una pizza, no sale rentable.
En el chiringuito de la piscina estaría bien la opción de burguer, pizzas, sandwiches, la clientela nos vamos a los bares cercanos buscando otras opciones.