8/10
Las cabañas y el entorno muy recomendables. El problema es que tuvimos un problema de olor a cloaca muy desagradable en la ducha que no se pudo solucionar. No había tampoco posibilidad de cambiarnos porque tenían todo ocupado. Al final nos dieron un ambientador, pero es una pena que no cuiden más estos detalles con lo que pagas por noche. El servicio del restaurante también desbordado. Tardamos más de dos horas, con quejas continuas de varias mesas. La verdad es que varios aspectos a mejorar si quieren ser un establecimiento de lujo.
Esther
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