En la pensión Giraldilla no sé puede descansar y dormir tranquilamente, ya sea por los ruidos de la calle, o por los ruidos que hace una de las dueñas, que se pone a hablar hasta las 04:00 de la mañana con su pareja, en la semana que he estado ahí, he visto como 2 parejas se han quedado sin habitación que habían reservado y pagado con anterioridad, viéndose a ultima hora buscando habitación en otro sitio. Sevilla me ha encantado, pero no la he podido disfrutar del todo de ella debido al cansancio por las pocas horas de sueño, me da pena escribir este comentario, pero no quiero que nadie viva la experiencia que yo pasé, ánimo y espero que mejoren sus servicios, les deseo suerte.