Hotel bien ubicado, a lado de la playa y variedad de locales, restaurantes y un club de playa por si interesa. Sin tener demasiado ruido la noche tarde. Habitación amplia, confortable, muy limpia y por lo menos la mia con vista mar, tenía un bonito y amplio balcón y cafetera con unos tés y cafes de cortesía. El desayuno está muy bien, te preparan cafés y unos "desayunos" a la carta, con buena variedad, para probar cada día uno distinto, grandes lo justo para poderlo terminar sin quedar con hambre y sin tirar comida y un pequeño buffet para añadir algo de pan, fruta, bollería, yogurt, es de los mejores desayunos de hoteles que he encontrado últimamente. El personal, todo, es lo mejor, amable y profesional. Lamento solo no haber podido disfrutar de la piscina y de algún masaje, espero otra vez.