Cambiamos 2 veces de habitación, la primera por mal olor del sofá cama, la segunda por ruido excesivo del motor del aire acondicionado, en las habitaciones en general el sistema de aire es demasiado ruidoso y la salida apunta a la cama, a pesar de tratar de calibrar la dirección de salida, el aire frío pega directamente en la cara.
Fueron 3 noches sin descanso, no reconocieron los problemas y mi única opción fue quedarme allí para no pagar penalidad.
No recomendado.