Durante toda la estancia no hemos visto a nadie responsable del alojamiento, al llegar te mandan un código por WhatsApp para abrir una especie de buzón que está en la puerta de la calle y alli están las llaves, con lo que cualquier persona que tenga ese código puede coger cualquier llave y entrar en cualquier habitación. Al abrir la puerta de la calle nos encontramos con un recibidor del hotel de los horrores y con un pestazo a humedad que tiraba para atrás. Subimos a la habitación y ese olor a humedad persistía, aunque menos. La habitación normalita para una pensión como esta. Fuimos a coger una almohada extra que allì había y la funda estaba manchada, al igual que la manta que estaba en un supuesto armario, eso sí, las sabanas de la cama eran de un blanco inmaculado. Y en cuanto al baño, no le hice foto, pero si un video, pero no me deja mandarlo, si me facilitan una dirección de correo con gusto se lo mando. El poco mueble que había era de formica despegada del aglomerado, descolgada la puerta que tapaba el desagüe, el plato de ducha sucio, sin porta rollo, manchas de humedad en el techo, una de las toallas desilachada del uso, en fín, un desastre.
Por cierto, la foto que tienen ustedes de este establecimiento no se corresponde para nada con la realidad.
