Los recepcionistas nos dieron un trato apenas amable, pero los conserjes fueron muy serviciales . La habitación muy limpia, las sábanas deliciosas y las camas maltratadas pero cómodas. el baño bien, solo que que la puerta de la regadera no cerraba, por lo que el agua se salía.
La TV demasiado pequeña y solo había 4 canales de tele abierta, por lo que fue insufrible.
El desayuno muy abundante, rico.