La ubicación del Hotel Rex es inmejorable: a unos pasos del Duomo y rodeado de bares y restaurantes, no hace falta moverse mucho para cenar o tomar algo. Esto hizo nuestra estancia realmente cómoda.
La atención del staff fue increíble. En especial queremos mencionar a Alicia, quien siempre estuvo atenta, con gran disposición y sentido de apoyo hacia nosotros como clientes y turistas. Es un gran elemento del equipo y ojalá el hotel lo valore, porque hace la diferencia.
Aunque el hotel pueda parecer un poco viejo o anticuado en fotos, la realidad es que la calidez de su servicio y su ubicación lo compensan por completo. ¡Todo fabuloso, enhorabuena!